Ese continente que empecé a conocer más tarde de lo que me gustaría y probablemente de la peor manera posible.
Mi primer viaje a Ámerica fue a Nueva York en abril de 2013. Unos grandes amigos se habían mudado temporalmente a la ciudad y no tuvieron que insistir mucho para que viera la ocasión perfecta para cruzar el charco.
En realidad fue un viaje agridulce. El finde que llegaba nuestros amigos viajaron a Boston para correr la Maratón. Por suerte, decidí esperarlos en Nueva York y aprovechar más tiempo conociendo la gran manzana. Sin embargo, justo ese año se produjeron los atentados de Boston en esa Maratón y aquello cambió por completo el ritmo de mi primer viaje a América.